Etapas del desarrollo III (12-18 meses)
A continuación, os presentamos el tercer artículo en relación a los hitos del desarrollo, esta vez de doce a dieciocho meses. Al igual que en el artículo anterior, os explicaremos cómo se va desarrollando el bebé tanto a nivel de lenguaje y de alimentación como a nivel motor, cognitivo, emocional, socio-afectivo y en su autonomía.
A partir del año de vida, el desarrollo de su lenguaje presenta una evolución muy rápida, pues ya a los quince meses utiliza cinco o más palabras funcionales, imita palabras formadas por dos sílabas diferentes y palabras que oye en una conversación, sigue órdenes, mantiene el interés por las imágenes de los cuentos y apunta con el dedo índice para solicitar. Llegados los dieciocho meses, el bebé utiliza más de diez palabras, señas u onomatopeyas, emplea el "sí" y el "no" con sentido ante preguntas, imita sonidos del entorno mientras juega, imita palabras nuevas sencillas, sigue órdenes de una acción contextual, identifica los objetos comunes cuando se le nombran, identifica una imagen entre dos, señala cinco partes del cuerpo, se señala así mismo cuando preguntan dónde está, solicita la ayuda del adulto para explorar (vocalizando o gestualizando) y utiliza modelos de inflexión cuando vocaliza o emplea gestos como si intentara comunicarse.
En cuanto a su desarrollo alimenticio, el bebé a los quince meses es capaz de beber solo, llevarse la cuchara cargada de papilla a la boca y el tenedor cuando está pinchado. A los dieciocho meses pincha el tenedor él solo y carga la cuchara, mastica bien varios tipos de alimentos (frutas, pescado, queso, patatas, pasta).
Con respecto a su desarrollo motor, cabe destacar que a los trece meses puede agacharse y recoger un objeto del suelo, meter y sacar objetos en recipientes y lanzarlos. A los catorce meses, puede manejar objetos de diferentes tamaños. Asimismo, se interesa por las tareas de la casa y comienza a seguir a las personas de su entorno. Llegados los quince meses, el niño comienza a subir escalones con ayuda, mejora sus habilidades motrices finas y gruesas en lo que respecta a dar palmas, apilar bloques de construcción, abrir y cerrar una caja, empujar y arrastrar objetos de diferentes tamaños, garabatear débilmente, sacar objetos de un tablero, pulsar botones, meter anillas, etc. Además, entre los dieciséis y diecisiete meses, el niño comienza a esconder la cara entre las manos, a apilar bloques y tirarlos y a explorar el espacio y los objetos para descubrir la relación causa-efecto, y ya a los dieciocho meses, puede andar, sentarse, jugar a cuclillas, levantarse desde cualquier posición, saltar, subir y bajar escaleras con apoyo. También puede bailar, pintar, hacer torres, tirar objetos grandes y quitarse alguna prenda de vestir solo, pasar páginas, hacer garabatos, abrir cajones y puertas de armarios, etc.
A nivel cognitivo, cabe señalar que a los trece meses comienza a diferenciar entre lo bueno y lo malo y a reconocer rutinas, a los catorce meses realiza importantes avances en lo que respecta a aprendizaje, imaginación, atención, memoria, observación, capacidad de reflexión y a conocerse a sí mismo. Asimismo, le llamarán mucho la atención las texturas. De esta manera, a los quince meses, ya es capaz de encontrar objetos escondidos en dos lugares, alcanzar objetos detrás de un obstáculo, utilizar a los adultos para resolver problemas mirándolos o dándoles juguetes e imitar acciones relacionadas con la función de los objetos. Entre los dieciséis y diecisiete meses se interesará por las por actividades cotidianas y actividades más tranquilas como ver cuentos, jugar con muñecos, etc. De esta manera, al cumplir los dieciocho meses, el niño ya es capaz de encontrar objetos bajo tres capas tras su búsqueda, imitar la acción del adulto para resolver problemas y para utilizar objetos, desplazarse alrededor de un obstáculo para encontrar un objeto, buscar objetos en sus lugares habituales cuando se le pida, realizar planchas de actividades y relacionar dos objetos funcionales.
En cuanto a su desarrollo afectivo y socio-emocional, debemos tener en cuenta que en estos meses, el apego se caracteriza por una mayor vinculación con las figuras de referencia y el rechazo hacia los desconocidos. En estos meses, el niño empieza a dar besos y abrazos a las personas que conoce y como le encantan los elogios, buscará la aprobación del adulto. También comenzarán a responder cuando le llamen por su nombre, a saludar, y a elegir con qué adulto quiere jugar, a buscar la compañía de otros niños y a aceptar ciertos cambios en su rutina. En torno a los quince meses aparecen los celos y los dieciséis meses comienzan las rabietas.
Por último, en cuanto a su autonomía, cabe destacar que ya a los quince meses es capaz de comunicar sus preferencias, explorar sin reposo lo cercano y sin demandar al adulto, ofrece un juguete al adulto para que juegue con él y, cuando cumple los dieciocho meses, es capaz de coger sus juguetes o pedírselos al adulto y entretenerse solo jugando quince minutos.
Es de suma importancia proporcionar al bebé diversas oportunidades de aprendizaje en un entorno afectivo y de confianza
Referencias bibliográficas.
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