Día Mundial de la Prevención del Suicidio
Hoy, 10 de septiembre es el Día Mundial de la Prevención
del suicidio. Así que, hablemos de suicidio y salvemos vidas.
La finalidad de este día consiste en concienciar a la población acerca de la prevención del suicidio y las autolesiones mediante la colaboración de los servicios sanitarios y otros relevantes, quienes ayudan a difundir mensajes informativos a la población general, grupos de riesgo, jóvenes, etc y promoviendo el debate en hogares, escuelas y lugares de trabajo.
En este día también se anima a aquellos que se plantean el suicidio o se han visto afectados por él (ya sea por la muerte de alguien cercano o conocido) a buscar ayuda profesional para poder superarlo.
Las muertes por suicidio actualmente duplican a los
accidentes de tráfico, sin embargo, ¿cuánto se invierte en uno y en otro motivo
de muerte? Sigue sin ser un motivo urgente. De hecho, el consumo de
psicofármacos en nuestro país ha aumentado a más del doble de su consumo durante
la pandemia.
Existen tres aspectos a tener en cuenta en la conducta
suicida:
- Es multifactorial y multidimensional. ¿Qué significa esto? Contribuyen varios factores y ocupa diferentes dimensiones de la persona, es decir, su dimensión social, religiosa, legal, psicológica...
Es prevenible, pero no predecible. No se puede predecir una conducta suicida, pero sí prevenirla aumentando los factores protectores de la persona y disminuyendo los factores de riesgo.
Es un problema de salud pública, todos debemos contribuir a su prevención.
Se tiene la idea errónea de que un suicida es alguien que posee una enfermedad mental. Es verdad que por el hecho de tener una enfermedad mental el riesgo aumenta, pero no hace falta poseerla. Según la edad y los factores de riesgo aumenta gravemente las posibilidades de suicidio, autolesiones o ideación en una persona. De hecho, a día de hoy, el suicidio es el principal motivo de muerte entre jóvenes y adolescentes.
Algunos de los factores de riesgo pueden ser:
Biológicos: sexo, edad, enfermedades, dolor crónico
Ambientales: estado civil, estado laboral, traumas, adicciones
Psicológicos: tristeza, desesperanza
Entre los factores precipitantes según la edad se encuentran:
Adolescentes:
Embarazos prematuros
Descubrimiento y no aceptación de la homosexualidad
Falta de pertenencia al grupo
Sensación de ser una carga
Sufrir daño por parte de otros (bullying, violaciones, mobbing...)
Fracaso escolar o presión
Instrumentalización de los hijos durante la separación
Presión de un entorno suicida (retos virales, sitios web con instrucciones específicas)
Adultos:
Pérdida de empleo
Incertidumbre económica
Descubrimiento o acusación de pederastia, debut en trastorno mental
Ingreso en prisión
Pérdida de estatus
Rupturas sentimentales, descubrimientos de infidelidad...
Ancianos:
Jubilación
Aumento de dependencia
Dolor físico
Cambios de residencia
Efecto ping-pong (los hijos se turnan para cuidar a los padres)
Primer año de viudez en varones
¿Por qué el suicidio sigue siendo un tema tabú?
Un sociólogo de los años 70 afirmó que hablar de suicidio en los medios de comunicación aumentaba la conducta suicida, sin embargo, existen estudios a la inversa.
Lo desconocido es lo que penaliza. El hablar de suicidio NO produce más muertes, el CÓMO se habla del suicidio, sí. (PONER EN ÚLTIMA DIAPO)
Existe un documento de la OMS del año 2000 dirigido a los medios de comunicación en el que se detallan los instrumentos para saber tratar adecuadamente la prevención del suicidio.
En cuanto a las estrategias principales de prevención del suicidio, encontramos cuatro:
Limitar el acceso a los medios de suicidio, como por ejemplo, armas de fuego
Formar a los medios de comunicación para que transmitan información correcta y responsable acerca del suicidio
Educar a los niños y adolescentes en el ámbito socioemocional
Detectar de forma precoz, evaluar y realizar seguimientos
En resumen, para prevenir un suicidio hay que educar y dar a la persona razones de vida, no de muerte. No importa el porqué, sino para qué.
Teléfonos de prevención del suicidio:
911 38 53 85 (de 9 a 21 h en horario peninsular). Asociación La Barandilla
717 00 37 17 (24 h al día). Teléfono de la Esperanza.