Día Mundial de la Prevención del Suicidio

10.09.2021

Hoy, 10 de septiembre es el Día Mundial de la Prevención del suicidio. Así que, hablemos de suicidio y salvemos vidas.

La finalidad de este día consiste en concienciar a la población acerca de la prevención del suicidio y las autolesiones mediante la colaboración de los servicios sanitarios y otros relevantes, quienes ayudan a difundir mensajes informativos a la población general, grupos de riesgo, jóvenes, etc y promoviendo el debate en hogares, escuelas y lugares de trabajo.


En este día también se anima a aquellos que se plantean el suicidio o se han visto afectados por él (ya sea por la muerte de alguien cercano o conocido) a buscar ayuda profesional para poder superarlo.

Las muertes por suicidio actualmente duplican a los accidentes de tráfico, sin embargo, ¿cuánto se invierte en uno y en otro motivo de muerte? Sigue sin ser un motivo urgente. De hecho, el consumo de psicofármacos en nuestro país ha aumentado a más del doble de su consumo durante la pandemia.

Existen tres aspectos a tener en cuenta en la conducta suicida:

  • Es multifactorial y multidimensional. ¿Qué significa esto? Contribuyen varios factores y ocupa diferentes dimensiones de la persona, es decir, su dimensión social, religiosa, legal, psicológica...
  • Es prevenible, pero no predecible. No se puede predecir una conducta suicida, pero sí prevenirla aumentando los factores protectores de la persona y disminuyendo los factores de riesgo.

  • Es un problema de salud pública, todos debemos contribuir a su prevención.

Se tiene la idea errónea de que un suicida es alguien que posee una enfermedad mental. Es verdad que por el hecho de tener una enfermedad mental el riesgo aumenta, pero no hace falta poseerla. Según la edad y los factores de riesgo aumenta gravemente las posibilidades de suicidio, autolesiones o ideación en una persona. De hecho, a día de hoy, el suicidio es el principal motivo de muerte entre jóvenes y adolescentes.

Algunos de los factores de riesgo pueden ser:

  • Biológicos: sexo, edad, enfermedades, dolor crónico

  • Ambientales: estado civil, estado laboral, traumas, adicciones

  • Psicológicos: tristeza, desesperanza

Entre los factores precipitantes según la edad se encuentran:

Adolescentes:

  • Embarazos prematuros

  • Descubrimiento y no aceptación de la homosexualidad

  • Falta de pertenencia al grupo

  • Sensación de ser una carga

  • Sufrir daño por parte de otros (bullying, violaciones, mobbing...)

  • Fracaso escolar o presión

  • Instrumentalización de los hijos durante la separación

  • Presión de un entorno suicida (retos virales, sitios web con instrucciones específicas)

Adultos:

  • Pérdida de empleo

  • Incertidumbre económica

  • Descubrimiento o acusación de pederastia, debut en trastorno mental

  • Ingreso en prisión

  • Pérdida de estatus

  • Rupturas sentimentales, descubrimientos de infidelidad...

Ancianos:

  • Jubilación

  • Aumento de dependencia

  • Dolor físico

  • Cambios de residencia

  • Efecto ping-pong (los hijos se turnan para cuidar a los padres)

  • Primer año de viudez en varones

¿Por qué el suicidio sigue siendo un tema tabú?

Un sociólogo de los años 70 afirmó que hablar de suicidio en los medios de comunicación aumentaba la conducta suicida, sin embargo, existen estudios a la inversa.

Lo desconocido es lo que penaliza. El hablar de suicidio NO produce más muertes, el CÓMO se habla del suicidio, sí. (PONER EN ÚLTIMA DIAPO)

Existe un documento de la OMS del año 2000 dirigido a los medios de comunicación en el que se detallan los instrumentos para saber tratar adecuadamente la prevención del suicidio.

En cuanto a las estrategias principales de prevención del suicidio, encontramos cuatro:

  • Limitar el acceso a los medios de suicidio, como por ejemplo, armas de fuego

  • Formar a los medios de comunicación para que transmitan información correcta y responsable acerca del suicidio

  • Educar a los niños y adolescentes en el ámbito socioemocional

  • Detectar de forma precoz, evaluar y realizar seguimientos

En resumen, para prevenir un suicidio hay que educar y dar a la persona razones de vida, no de muerte. No importa el porqué, sino para qué.

Teléfonos de prevención del suicidio:

911 38 53 85 (de 9 a 21 h en horario peninsular). Asociación La Barandilla

717 00 37 17 (24 h al día). Teléfono de la Esperanza.